A lo largo del tiempo se han generado ciertos mitos alrededor de las frutas y su consumo; algunos afirman que debemos comerlas antes del atardecer o de lo contrario nos harán subir de peso, otros nos dicen que se fermentan en el estómago o que sirven para “quemar” grasa y que sus zumos en ayunas nos ayudan a limpiar el cuerpo de toxinas. ¿Qué tan cierto es todo esto?

Lo que sí es cierto, es que no podemos desconocer que las frutas son un regalo de la naturaleza y que además de ser deliciosas y refrescantes, vienen cargadas de muchas vitaminas, fibra y minerales, sustancias necesarias para nuestra salud. Por estas y muchas razones más, hoy quiero ser la defensora número uno de este maravilloso producto de la madre tierra, por eso argumentaré mi opinión con respecto a algunos de los mitos mas fuertes que se han generado en torno a ellas.

“La fruta es uno de los alimentos más nutritivos, es fácil de transportar, es económica y en ella encontramos multitud de sabores y texturas que se ajustan al paladar y gustos de todos en casa”.

· MITO #1: EL BANANO ENGORDA PORQUE TIENE MUCHA AZÚCAR

Si hablamos del aporte energético del banano, lo cierto es que por unidad su aporte es muy similar al de otras frutas como una manzana o pera.  No obstante, pienso que tiene más sentido preguntarnos si ya hemos tomado las raciones de fruta y vegetales del día (son 5 según la Organización Mundial de la Salud), y si aquello que pensamos tomar en lugar de ese banano, es realmente mas nutritivo (como por ejemplo cuando creemos que una gelatina light o una coca cola zero, puede saciar nuestra hambre).

Y por otro lado, la fruta no es la causa de la obesidad, ni tampoco de la diabetes. En realidad, no hay ninguna justificación para restringir el banano, ni ninguna otra fruta. Los estudios que analizan los efectos nocivos de la fructosa se centran principalmente en el consumo excesivo, que puede resultar de comer muchos alimentos procesados ​​y endulzados con niveles muy altos de azúcar. De hecho, el consumo de frutas y verduras disminuye siginificativamente el riesgo de desarrollar diabetes tipo II. Lo que en realidad deberíamos evitar no es la fruta entera, sino el consumo de jugos o zumos azucarados.

·MITO #2: LA FRUTA SE FERMENTA EN EL ESTÓMAGO

​Existe la creencia de que esto sucede especialmente si tomamos la fruta después de una comida. Se piensa que al comer fruta junto a otros alimentos, esta queda aislada del resto, y esto no funciona así, todos los alimentos que van entrando a nuestro estómago, son mezclados con los jugos gástricos, formando una especie de mezcla llamada “quimo” que va pasando despacio hacia el intestino delgado (este mix se dará, comamos la fruta antes o después).

También cabe aclarar que en el estómago la fermentación no es posible ya que las levaduras o bacterias necesarias para que se pueda dar este proceso, morirían debido a la acidez en el PH del estómago. El órgano en donde se producen dichas fermentaciones se llama intestino grueso, aquí sí pueden habitar las bacterias y aquellos microorganismos encargados de producir dicha fermentación, que por cierto es un proceso muy importante porque tiene como resultado compuestos beneficiosos para la salud de nuestra microbiota.

MITO #3. no se puede COMER FRUTAS DESPUÉS DE LAS 5 DE LA TARDE

Pues, aquí no hay nada de razón; debemos saber que el horario en el que comemos la fruta no va a alterar sus valores energéticos, ni su aporte nutricional, y con esto quiero explicarles que sus propiedades seguirán siendo las mismas, sin importar si las comemos al amanecer o al anochecer.

Mi recomendación siempre será que la fruta se consuma entera y en lo posible con cáscara, ya que así podremos aprovechar al máximo todas sus propiedades, también acompañarla con una fuente de grasa saludable como por ejemplo nueces y/o con una fuente de proteína (pollo, atún, pavo, queso, huevo, etc.), de esta forma permitimos que haya mas saciedad.

En conclusión: salvo que tengamos alguna alergia o cualquier otra condición especial a nivel digestivo, no hay necesidad de poner restricciones al consumo de fruta, ni en el momento, ni en el tipo que se consuma. La fruta no es mala para nosotros, ¡es genial! Apuntémosle a consumir por lo menos 5  raciones al día entre frutas y verduras, y tomemoslas enteras en lugar de jugos.

Disfrutemos todos del postre de que nos regala la naturaleza.

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