Últimamente se me han caído más botones de lo acostumbrado y no, no es porque las camisas me queden apretadas, ha sido más como una señal divina. Aquí te cuento a qué se debe y por qué creo que te sentirás identificada👇🏼.
A mediados del año pasado estaba con mucho trabajo, tal era el trajín que nunca tenía tiempo para parar y hacer cosas tan básicas como ponerle el botón a esa camisa que me gustaba.
Cuando la iba a sacar del closet pensaba, ughh, una cosa más que no he podido hacer y que se suma a la lista. Yo sé que es algo fácil de solucionar porque uno puede terminar poniéndose otra cosa pero esta era una de las muchas situaciones que posponía porque no eran “prioridad”. Claro, porque no eran de trabajo y nadie me iba a pagar por ponerle el botón a mi camisa jejej. Pero sabes, cuando finalmente sacaba el espacio para poner ese botón y terminaba por ponerme esa camisa que hace mucho no usaba, me generaba placer.
Era como un mini shot de dopamina (ese neurotransmisor que segregamos cuando cumplimos una meta) y un día me propuse a escribir esos espacios que quería tener para mí, como tomarme un cacao caliente, ponerme aceite esencial en la palma de las manos y respirarlo profundamente o salir al balcón a tomarme un café … y sí, cosas como ponerle a mi ropa los botones que se van cayendo hacen parte de esa lista.
Cada una de nosotras tiene sus cosas y espacios que considera especiales, por eso cuando le hablo a mis pacientes sobre nutrición y bienestar, también me refiero a este tipo de espacios, al final significa reconocer qué es lo que nos nutre en cuerpo y alma, y seguir ese camino es clave para un mayor balance.
Si te sientes un poco abrumada y que todo siempre es más importante que tus anhelos, prueba con esto:
- escribe los espacios que sientes que quisieras tener para ti, como por ejemplo 1 vez a la semana ir a un lugar que te inspire, tomar una clase de baile de un ritmo que quieras aprender o simplemente ir al parque, quitarte los zapatos y poner los pies descalzos sobre la grama o la arena de la playa
Solo por el hecho de escribirlo te permite comenzar a manifestarlo y hacerlo posible dentro de tu agenda de 24 horas de corre, corre (ajá, yo también me veo allí).
Cuando guardamos y dejamos de último nuestras pausas de recarga y momentos que son importantes para nosotras, esto va haciendo que crezca esa bola de nieve emocional interna que algunas veces puede ser la raíz de momentos de ansiedad en los que explotamos con los más cercanos o incluso de manera inconsciente terminamos mitigando con la comida.
Para llevar a casa …
Si crees que estás al borde, que siempre estás corriendo y que nunca tienes tiempo ni para poner el botón de la camisa como me pasó a mí, la respuesta no se encuentra en que tengas que cambiar de vida de un día para otro, renunciar al trabajo y que no te importe nada mas que tu mism@ jeje, las 2 sabemos que no funciona así, pero si podemos comenzar a darnos esos espacios de recarga o comenzar a hacer esas cositas pendientes que nos dan felicidad más seguido.
¿Qué estás haciendo hoy para nutrir tus emociones? Quizás lo que necesitas es parar e ir a poner ese botón que te hace feliz como a mí.
Si quieres regalarte un espacio diferente y delicioso para salir de la rutina y recargarte de buena energía, te espero en mis talleres de cocina en Barranquilla, ojalá podamos vernos pronto.
Te mando abrazos.
Diana