Hace 2 días fue mi cumpleaños número 38.

Recuerdo la semana pasada cuando sentí la necesidad de celebrarlo en grande, desde la mañana ir a hacer ejercicio, luego irme a un masaje, estrenar alguna pinta de ropa e ir a comer a un restaurante con mi esposo y amigos cercanos en la noche … ehh, nada de eso pasó.

Físicamente mis niveles de energía comenzaron a bajar desde el sábado 24 cuando comencé a sentir síntomas de gripa, 4 días después cuando llegó el día de mi cumple aún sentía que mi cuerpo me pedía más reposo, esa mañana podía elegir entre ir a celebrar como lo había “idealizado” (aunque mi cuerpo y mi alma me dijeran otra cosa) o atender el llamado de tomarla más suave e irme al mar con Sergio y Amanda. Ese día elegí seguir mi intuición y nos fuimos al mar.

El ambiente en la playa estaba muy tranquilo, el clima estaba delicioso, con todo y malestar me zambullí (sentía también que el agua salada me iba a ayudar con la gripa), pasados unos segundos de haber entrado me di cuenta que no había más nadie alrededor, Amanda estaba atrás con el papá y solo estábamos la infinidad del mar y yo. Cuando me vi allí sola me puse a llorar, creo que sentí nostalgia porque sabía que estaba despidiendo un año de mucha carga emocional y aprendizaje, pero a la vez también sonreía mientras lloraba, era un sentimiento de bienestar como si estuviera liberándome de algo.

Ese mix de emociones y en general todo lo que pasó ese día me llevó a aterrizar uno de los logros más bonitos de este año: darme cada vez más espacios para sentir y validar mi sentir. Siento que el hecho de crecer junto a Amanda me ha enseñado a validar más mis emociones, las preguntas que hacemos a nuestros peques también podemos hacérnoslas a nosotras: ¿eso cómo te hizo sentir?, ¿qué te da miedo?, ¿qué te molesta de esa persona?

Para este cierre e inicio de ciclo te pregunto: ¿cómo te sientes?, ¿qué áreas de tu vida sientes que necesitan ser nutridas para que puedas fluir y gozarte más este nuevo año?

A veces tan solo necesitamos ser nutridas de una manera más diversa, atender el llamado de nuestro cuerpo a conectar más con la naturaleza, seguir nuestra intuición y tomar esa cita psicológica, generar espacios para descargar nuestras emociones, leer un libro diferente, conectar con personas que hablen de temas que nos apasionen y que eleven aún más nuestra energía.

A veces solo necesitamos hacer un alto y sentir hacía donde queremos llevar nuestras acciones en este nuevo ciclo alineadas con un estado de mayor tranquilidad y saciedad en todos los sentidos.

Antes de listar los objetivos para este nuevo año 2023 visualiza cómo quieres sentirte en cada pilar:

1.   Nutrición de tu cuerpo

2.   Movimiento

3.   Contacto con la naturaleza

4.   Regulación de emociones

5.   Relaciones (amorosas, sociales, con dinero)

6.   Límites

7.   Momentos de ocio y viajes

8.   Descanso y sueño

Deseo que sea un nuevo año 2023 cada vez más cerca de una vida más nutrida y fluida para ti, nos vemos pronto en nuevos espacios Nutrivita pensados para ti MUJER.

Un abrazo,

Diana.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *